"Solíamos menospreciar las marcas chinas... pero ahora son súper buenas".
2024-08-27
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La Agence France-Presse informó el 24 de agosto, título original: Los automóviles chinos se expanden en América Latina
Hace dos años, el camionero chileno Claudio Pérez tuvo dudas cuando compró por primera vez un automóvil familiar fabricado en China. Pero el precio y el envío le convencieron rápidamente y ahora su opinión ha cambiado por completo. Pérez, de 47 años, es uno de los millones de compradores de automóviles en América Latina que han pasado de automóviles fabricados en Estados Unidos y Brasil a automóviles chinos en los últimos años.
El gigante económico asiático vendió 2.200 millones de dólares en automóviles en la región en 2019. El año pasado, la cifra alcanzó los 8.500 millones de dólares, según el Centro de Comercio Internacional, una agencia de las Naciones Unidas. En términos de valor, los automóviles chinos representan ahora el 20% de las ventas totales de vehículos en la región, superando el 17% de Estados Unidos y el 11% de Brasil. Según datos del Centro de Comercio Internacional, los automóviles chinos tienen actualmente menos participación de mercado que en América Latina fuera de Asia.
Al hablar de comprar un automóvil chino por primera vez, Pérez dijo: "Solíamos menospreciar las marcas chinas... Pero ahora este automóvil es súper, súper bueno. No me arrepiento de haberlo comprado". próximo coche El coche también se fabricará en China.
Los analistas dicen que los fabricantes de automóviles chinos han redoblado sus esfuerzos en los últimos años para ofrecer productos a precios competitivos sin comprometer la calidad. En el mercado emergente de vehículos eléctricos, los automóviles chinos tienen una mayor participación en el mercado latinoamericano, representando el 51% de todas las ventas. Casi todos los autobuses eléctricos de la región se fabrican en China. "Los fabricantes de automóviles chinos han logrado un crecimiento exponencial en los últimos años debido a mejoras significativas en calidad, tecnología y diseño", dijo Andrés Polverigiani de Nyvus, una consultora que estudia la competitividad automotriz.
Estados Unidos y Europa tienen sus propias industrias automotrices y han utilizado aranceles protectores de importación para retrasar la entrada de automóviles chinos, a diferencia de América Latina. En Chile, donde los aranceles son casi nulos, los modelos chinos representaron casi el 30% de las ventas de automóviles el año pasado. En México y Brasil, los principales países productores de automóviles de América Latina, las empresas chinas también se están expandiendo agresivamente. Por ejemplo, el gigante automovilístico chino BYD está construyendo su mayor fábrica de vehículos eléctricos fuera de Asia en el noreste de Brasil, con una producción anual prevista de 150.000 vehículos.
Sebastián Herreros, economista de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, dijo que en América Latina, la llegada de automóviles chinos ha permitido a personas locales de ingresos bajos y medios comprar sus primeros automóviles. Los automóviles chinos tienden a ser más rentables que sus competidores. También permite que metrópolis latinoamericanas muy contaminadas como Santiago, Bogotá y Ciudad de México adopten tecnologías de motores más limpias.
"Todos nuestros países deben adoptar la movilidad eléctrica lo más rápido posible, es casi una cuestión de supervivencia", afirmó Herreros. "China es un socio ideal: tiene la capacidad de producción necesaria y ofrece precios competitivos". traducido por Chen Junan)
