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Recientemente, la ministra del Interior alemana, Nancy Fezer, reveló a los medios que el Ministerio del Interior alemán planea endurecer la "prohibición del uso de cuchillos". Las nuevas regulaciones prohibirán por completo las navajas automáticas y reducirán la longitud de las hojas permitidas en lugares públicos de 12 centímetros a 6 centímetros. Las excepciones solo incluirán los cuchillos domésticos comprados en envases herméticos. Fetzer también pidió a los estados federales que establezcan más "zonas libres de cuchillos" donde la policía tendría el poder de registrar las pertenencias de las personas y ocuparse de ellas rápidamente. El sindicato de policía alemán también considera que la actual "Ley sobre armas" no es lo suficientemente estricta e incluso pide la prohibición total de portar cuchillos en lugares públicos.

Según la normativa alemana actual, no se pueden utilizar navajas plegables que puedan usarse con una mano ni navajas no plegables con hojas de más de 12 centímetros, y los infractores pueden ser castigados con hasta tres años de prisión. Algunas ciudades ya han creado "zonas libres de cuchillos", como la estación central de Hamburgo y el casco antiguo de Colonia. Sin embargo, las medidas antes mencionadas todavía no pueden frenar el aumento de los delitos con arma blanca en Alemania en los últimos años.

Desde principios de este año se han producido con frecuencia ataques con cuchillo en Alemania, lo que supone una gran presión para la seguridad social. Los medios alemanes dijeron que los ataques con cuchillo ocurren casi todos los fines de semana en Alemania. Según las estadísticas de la policía alemana, hubo alrededor de 4.000 ataques con cuchillo en el primer semestre de este año, un aumento del 10% en comparación con el mismo período de 2023. La mayoría de los casos ocurrieron en lugares públicos, incluidas estaciones de tren y zonas del centro, y hubo algunos casos crueles que resultaron en la muerte. En abril, un ataque con arma blanca en el centro de Duisburg provocó un muerto y tres heridos. El autor afirmó ser miembro de la organización terrorista "Estado Islámico". En mayo, un refugiado afgano fue asesinado en Mannheim. Durante una manifestación contra el Islam, varias personas fueron atacadas con cuchillos, lo que provocó un muerto y cinco heridos. El sospechoso fue abatido a tiros por la policía en el acto.