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2024-08-17
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En el contexto de la actual escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania, los países occidentales están apuntando a la industria energética, la columna vertebral de la economía rusa, con la esperanza de frenar la capacidad de Rusia de beneficiarse del comercio internacional de energía, logrando así una contención estratégica de Rusia. y obligar a Moscú a rendirse sin luchar.
Recientemente, los ministros de finanzas del G7 emitieron una declaración conjunta después de su reunión y decidieron conjuntamente adoptar medidas de "restricciones de los precios de exportación" del petróleo ruso. En concreto, "cuando el petróleo crudo y los productos petrolíferos rusos excedan el 'precio límite' prescrito, se prohibirá a estos productos utilizar los servicios de transporte marítimo internacional".
En otras palabras, el grupo G7 utilizó medios políticos coercitivos para imponer una "prohibición del transporte marítimo" del petróleo ruso. Aunque las medidas pertinentes no entrarán oficialmente en vigor hasta diciembre, los políticos de la UE, independientemente de la realidad de una crisis energética en la región, no pueden esperar para presionar a China y la India, los mayores clientes de petróleo de Rusia, y exigir a los dos países que se unan al Plan de limitación de precios del petróleo ruso.
La UE no sólo está atacando a China por este tema, sino que la Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Yellen, también pidió a China que participe en los planes de los países occidentales para sancionar la energía rusa en conversaciones previas con funcionarios chinos de alto nivel.