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"La forma de expresión más singular y más humana"

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Para responder a esta pregunta, Milica Nikolic y Disa Sauter de la Universidad de Amsterdam en los Países Bajos llevaron a cabo una nueva colaboración con Simone di Plinio de la Universidad de Chieti para explorar la base neuronal del sonrojo utilizando un escáner de resonancia magnética.El psicólogo del desarrollo Nikolic explica: "El sonrojo es un fenómeno muy interesante porque todavía no sabemos qué habilidades cognitivas se requieren para que ocurra. En psicología hay una visión que se remonta a

Para revelar la actividad neuronal asociada con el sonrojo, los investigadores estudiaron el rubor observando las regiones del cerebro activadas en un escáner de resonancia magnética mientras medían la temperatura de las mejillas (un indicador del sonrojo). Las participantes eran mujeres adolescentes de entre 16 y 20 años, un grupo particularmente sensible al juicio social. "Se sabe que el sonrojo aumenta durante esta etapa de la vida porque los adolescentes son muy sensibles a las opiniones de los demás y temen el rechazo o una impresión equivocada", dice Nikolic. Para provocar respuestas de sonrojo en un entorno experimental controlado, los participantes acudieron al laboratorio para realizar dos experimentos separados. En la primera fase, se pidió a los participantes que cantaran algunas canciones de karaoke difíciles cuidadosamente seleccionadas y, en la segunda fase, vieron vídeos de ellos mismos cantando. Para colmo de males, a los participantes se les dijo que habría espectadores viendo el vídeo con ellos. Finalmente, los investigadores mostraron a los participantes vídeos de otro participante con una capacidad de canto comparable y un cantante profesional que pretendía ser el tercer participante. Al mismo tiempo, se midieron la actividad cerebral y las respuestas fisiológicas de los participantes.

Efectos de las condiciones experimentales sobre la actividad cerebral y la actividad cerebral asociada con cambios en la temperatura de las mejillas. Sorprendentemente, no hubo activación en áreas tradicionalmente consideradas involucradas en la comprensión de los estados mentales propios o ajenos. Nikolic concluyó: “Basándonos en esto, concluimos,

El siguiente paso, dicen los investigadores, será estudiar el sonrojo en diferentes condiciones, explorando el fenómeno incluso antes de que los niños pequeños hayan desarrollado las habilidades cognitivas para pensar en los pensamientos de otras personas. Los hallazgos abren nuevas vías para futuras investigaciones sobre la autoconciencia en bebés y animales no humanos. Cuadro de datos y fuente de referencia: https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rspb.2024.0958