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La IA se está desarrollando a un ritmo tan rápido que quizás ninguna otra industria en la historia de la humanidad pueda compararse con ella. Sin embargo, el rápido crecimiento del consumo de energía detrás de la IA también ha atraído la atención mundial. Equilibrar el desarrollo de la tecnología de IA y la sostenibilidad de los recursos ambientales puede ser una de las cuestiones importantes de los próximos años.

La IA ha generado un rápido crecimiento en el consumo de energía, lo que ha planteado desafíos al proceso de neutralidad de carbono de los gigantes tecnológicos. Las emisiones de carbono de Google en 2023 se dispararán un 48% respecto a hace cinco años, precisamente porque la estrategia de IA ha provocado un mayor consumo de energía en los centros de datos. Baidu mencionó en su informe ESG de 2023 que la compañía incluirá el impacto de los modelos grandes en su lista de identificación de riesgos de cambio climático.

Baidu, Alibaba y Tencent han anunciado sus objetivos de lograr la neutralidad de carbono a nivel operativo para 2030. Alibaba también afirmó que su negocio de computación en la nube será el primero en alcanzar la neutralidad de carbono de Alcance 3. Frente al "tigre eléctrico" de la IA, ¿qué estrategias tienen los principales fabricantes para "domesticarlo"? ¿Cómo deberían medirse los efectos ambientales positivos y negativos de la IA? (Diario de Valores de China)